Una vez que, en los años 30 del siglo XX, la turbulencia de los movimientos estéticos llega a su fin, y luego que los poderes políticos de la Unión Soviética condenaran al nuevo arte con severas críticas y en Alemania en su interés por suprimir las nuevas vanguardias, lo catalogaran como “Arte degenerado”. Algunos artistas como Walter Gropius y Mies van der Rohe, entre otros, emigran a los Estados Unidos, surgiendo tendencias tanto conservadoras como reaccionarias en todas las áreas creativas.
Sin embargo, gran parte del material impreso como periódicos y libros seguían rigiéndose por los parámetros tradicionales, brindando la oportunidad a los tradicionalistas para atacar a los simpatizantes de la Nueva Tipografía, defendiendo sus puntos de vista, en relación al uso de tipo, la legibilidad y la puesta en página, entre otros.
Uno de los partidarios de la corriente tradicionalista, fue la Revista Británica “The Fleuron” editada por Stanley Morison, la cual, aunque solo publicaron siete números entre 1923 y 1932, lograron generar una gran influencia en la comunidad de editores e impresores, por sus diversos ensayos y material tipográfico importante para la historia sobre el uso de los tipos de letras. Sobre todo, por la publicación en su último número de “Los Primeros Principios de la Tipografía”
De esta forma, Stanley Morison junto a Starling Burgess y Victor Larden, crean para el diario The Times, en Inglaterra en 1932, la Times New Roman, un tipo de letra con serifa, basada en el tipo Romano Plantin-Moretus del siglo XVI, con la finalidad de mejorar su calidad de impresión, haciéndola similar a la utilizada en la impresión de libros. La Times New Roman se volvió con el paso del tiempo en una de las tipografías más utilizadas a nivel mundial, influyendo incluso después del inicio de la era digital, en la creación de otras tipografías con serifa como la Georgia.
Por su parte Jan Tschichold, fue el único difusor de las corrientes de Vanguardia con el movimiento de la Nueva Tipografía. Transmitiendo un mensaje claro y entendible por impresores y la gente de las artes Gráficas, logrando tener gran difusión en Alemania, aunque con gran polémica. Interesado desde 1923 en el Suprematismo y el constructivismo; y también simpatizante de la Bauhaus. Publicó en 1925 en la revista Leipzig en Alemania, un manifiesto bajo el título Tipografía Elemental, recogiendo una serie de principios:
1.- La nueva tipografía está orientada hacia la función.
2.- La función de cualquier pieza de tipografía es la comunicación.
3.- La comunicación debe aparecer en la forma más breve, simple y urgente.
4.- La organización interna es la limitación a los medios elementales de la tipografía: letras, números, signos y corondeles obtenidos de la caja o las máquinas de composición.
5.- La organización externa es la búsqueda compositiva de los contrastes más intensos a través de formas, tamaños y pesos diferenciados, y la creación de relaciones entre los valores formales positivos y los valores negativos.
6.- El diseño elemental tipográfico consiste en la creación de la relación lógica y visual entre las letras, las palabras y el texto.
7.- Para incrementar el carácter de urgencia de la nueva tipografía, se pueden utilizar líneas verticales y diagonales como medios de organización interna.
8.- La práctica del diseño elemental excluye el uso de cualquier tipo de ornamento.
9.- El orden de los elementos en la nueva tipografía debería basarse en la estandarización del formato en los papeles según las normas DIN. En particular DIN A4 [210 x 297]
10.- El diseño elemental no es absoluto ni excluyente. Ciertos elementos varían a partir de nuevos descubrimientos.
Sin embargo, luego de finalizar la segunda Guerra Mundial, surge en los años 50 en Suiza, un nuevo estilo de diseño gráfico, conocido también como en “Estilo Internacional” el cual se mantendría hasta los años 70 y se convertiría en base imprescindible para la formación del diseño en la actualidad. Se fundamenta en las innovaciones de los constructivistas y la tipografía elemental, sustentada en tres aspectos básicos:
1.- El uso de una rejilla modular
2.- Las tipografías sans serif o sin serifa, y
3.- La disposición asimétrica en los elementos del diseño.
Los inicios de este movimiento, se centran principalmente en dos escuelas influenciadas por los principios de la Bauhaus y de la Nueva tipografía de Jan Tschichold. Una de ellas ubicada en Basilea, dirigida por Armin Hofmann y Emil Ruder con una tendencia caracterizada por la acentuación del contraste en los elementos del diseño; y la otra ubicada en Zurich, dirigida por Joseph Muller-Brockmann, con normas estrictas en la composición, con un enfoque funcional, caracterizada por el uso de letras sin remates, un espacio uniforme entre las palabras y una separación de líneas de textos compactas.
Este nuevo estilo, llegó a convertirse en la imagen oficial de muchas instituciones, utilizándolo en sus promociones publicitarias. Extendiéndose por toda Europa y Estados Unidos, gracias tanto a la migración de los profesionales como a la difusión que hiciera del Estilo Internacional, la Revista Neue Grafik, en Zúrich entre los años 1958 y 1965; y al incremento de los mercados internacionales, la comunicación y el auge de las corporaciones que demandaban una imagen global.
Esta creciente demanda de tipografías sin serifa o sans-serif, permitió la gran influencia que lograron alcanzar la tipografía Helvética y la Univers.
Referencias Bibliográficas
Manuel, S. Y. (2022, 20 octubre). LA NUEVA TIPOGRAFÍA / EL ESTILO INTERNACIONAL. Recuperado 20 de octubre de 2022, de http://bloghistoriasheilamanuel.blogspot.com/2007/06/la-nueva-tipografa-el-estilo.html
Utd, R. (2017, 30 junio). UnosTiposDuros > Historia > Grandes maestros de la tipografía: Jan Tschichold. UnosTiposDuros. Recuperado 20 de octubre de 2022, de https://www.unostiposduros.com/grandes-maestros-de-la-tipografia-jan-tschichold/