Que bonito es ver que las amistades que han quedado en pausa a través del tiempo, pueden recuperarse intactas, sin importar cuanto ha
transcurrido.
Teniendo la certeza que aunque no los vuelvas a ver, el contacto recuperado no se volverá a perder.
Y ademas comprobar que es muy buena verdad, que los amigos de mis amigos, tambien son mis amigos.
Muchas gracias a la promoción de egresados de 1988 de la U.E. Pedro Guzmán Gago por permitir que estas premisas sean una realidad aún 34 años después.